Micro pesadillas lúcidas

viernes, 3 de diciembre de 2021

La jaiba

 


El lugar se veía como la típica tienda del veci. Las mesas estaban llenas y en la masa de ruido predominaban las risas y la música. Mientras tomaba mi cerveza recibí una mirada en la que entendí: ¿Estás lista? En ese momento me paré de la mesa para comenzar el juego, uno en el que a penas había ojeado el manual y que de todas formas, me sentía tranquila porque ¿qué tal difícil podría ser?. Acomodé mis dos manos como si fuera a tocar algo invisible y entre ellas comenzó a gravitar una esfera. Desplegué un poco más las manos y enseguida las aparté. La esfera se suspendió en el aire y simétricamente  cambió su forma sacando unas puntas; ahora parecía una jaiba. El sujeto con el que iba a competir, ya se encontraba de pie con su esfera aún sin forma, en ese momento mi “jaiba” empezó a girar desde su centro y luego rotó rápidamente sobre el cuerpo de mi contrincante, especialmente sobre su hombro, luego se detuvo y volvió a mí. En ese momento todo el mundo empezó a reír porque lo que había hecho parecía una ridiculez, hasta que empezaron a caer, una tras otra, rebanadas del hombro del sujeto que no alcanzó a reaccionar. 



miércoles, 20 de octubre de 2021

Una leyenda




Olvidé algún objeto así que tuve que regresar al edificio. En el vestíbulo, donde destacaba la cerámica de color rojo en una perfecta combinación con colores crema y negro, venía un joven con un paso sigiloso y mirando cautelosamente hacia atrás; cuando llegó a mí, me arrinconó hacia los baños y me preguntó: ¿Sabes lo que sucedió aquí verdad? En ese momento cambió mi expresión de curiosidad y algo de miedo, a una sonrisa corta y desinteresada y le dije: ¡claro! Todo el mundo repite la historia en este pasillo, ya no tiene gracia. En dirección a la puerta, en mi intento de salir, me detuvo el joven y puso su dedo en la boca como señal de silencio. Efectivamente un sonido áspero provenía del pasillo, así que lentamente entramos a uno de los baños. Allí habían dos colegialas con lágrimas en los ojos subidas en el inodoro, por lo que los cuatro tuvimos que acomodarnos torpemente en el mismo, ya que no había tiempo de cambiar a otro. Al tener la vista desde ese ángulo noté que habían dos colégialas más, escondidas de la misma manera desde el otro inodoro, ninguna era capaz de levantar la mirada. En ese momento volví a escuchar el desagradable ruido más cerca, por lo que me escondí. Pero mi curiosidad hizo que me asomara lentamente a observar la criatura bípeda con un falo tan grande que también parecía su cola, del que traía enrollado a un compañero de las colegialas, lo arrastraba yacente hacía el baño. Muerta del susto me asomé una vez más, no quería perderme la escena de lo que sabía que iba a pasar, pues la leyenda del lugar es que un extraño ser, de manera periódica se alimenta de los habitantes del lugar y que según el género de su presa, trasforma sus genitales, pues este los devora por medio de su sexo. En ese momento, vi como la gran cola empezó a dividirse en capas viscosas de piel dejando espacio a la abertura por donde introduciría a su presa.

martes, 12 de octubre de 2021

Viscoso



En un evento de varios intelectuales sentí la necesidad de ir al baño y luego de realizar una larga fila, entré a ese espacio que contenía al menos 7 baños. Por debajo de algunas puertas noté que habían de a dos personas y a juzgar por la posición de los pies y manos, concluí que estaban teniendo sexo, la razón de la demora en la fila. Empujé una de las puertas entreabiertas y allí estaba uno de los intelectuales con un aspecto físico propio de un político, cogiendo con una mujer mucho más joven pero esta parecía drogada, se veía pálida y algo dormida, así que preocupada entré al baño de al lado. Mi curiosidad hizo que me asomara por la división del baño pero la chica ya estaba subiendo sus medias de malla con un mejor semblante y el hombre ya no se encontraba. Cuando salí, en el pasillo casualmente se encontraban dos ex-amigas  del colegio robando. -Las cosas no cambian. Les dije con tono de burla, al tiempo que me lanzan un líquido viscoso en el cabello, lo que hizo que me pegara al piso, sin embargo su gesto agresivo era de esperar, así que continué riéndome saliendo de mi enredo.

domingo, 27 de junio de 2021

Morado y verde

 


Encontré un hombre dentro de la mesa de la máquina de coser, sufriendo. Estaba amarrado de tal forma que su sangre se iba a su cabeza, su cara estaba completamente morada y sus manos de color verde. Me conmoví por el sujeto, así que le pregunté a mi mami si mejor podía matarlo de una vez. 


miércoles, 12 de mayo de 2021

La luna se murió

varios gatos en una calle de Cali en la noche

Busqué avanzar en mi trayecto a casa pero sentía que mis piernas pesaban como sacos de arena. Es normal que esto pase en los sueños, ya me empiezo a acostumbrar. Con paciencia doble la esquina mientras pensaba en el poder de la mente. Todos los perros y gatos de esa cuadra estaban asomados en las rejas y ventanas de sus casas y los que podían salir estaban afuera. Al principio me alegré porque me encanta saludarlos, sin embargo me pareció extraño verlos todos a la vez, por lo que supuse intentaban decirme algo. Llegué a la siguiente esquina donde estaba la perra del vecino que miraba hacía el cielo al lado de mi casa, de manera que lo hice también. La luna estaba más cerca que nunca, podía ver todas sus formas y gases que emitía de colores café con blanco. Entonces me sonrió y yo también le sonreí. En ese momento lanzó luces de colores con forma de media luna, como si hubiera lanzado escarcha y yo seguía sonriendo disfrutando de los destellos, no obstante enfureció y le empezaron a salir más gases. Comenzó a desinflarse y mientras lo hacía cambiaba sus expresiones, al tiempo que de forma empática yo hacía sus mismos gestos. Poco a poco fui notando como la luna estaba muriendo y ante mis ojos, la luna se murió.

martes, 30 de marzo de 2021

Vaca agusanada

Vaca y ternero

El animal parecía inofensivo, sin embargo tener su grande cara frente a la mía me hacía sentir miedo. Mi mami me dijo que era necesario sacarle los gusanos, que la vaca no haría nada, entonces la tome de los cachos para que se agachara y pude ver cómo todos esos gusanos gigantescos hacían su meneo en la base de la cabeza cubierta de sangre. Elegí uno, pero tuve que agarrarlo con las dos manos para que no se soltara y con un pie sobre la vaca, poder ejercer más fuerza y lograr sacarlo, al final, vi como otro empezaba a asomarse del hueco que el anterior había dejado.

miércoles, 24 de febrero de 2021

Un Rottweiler me habló

Perro Rottweiler
Ph. Zerg Castiblanco


Me devolví a casa porque había olvidado algo, cuando puse la llave en la puerta alguien me dijo: ¡Daisy! Y en el momento que di la vuelta no había nadie, solo un perro mirándome, entonces me dijo: hola, ¿me podrías dar algo de comer?. No me sorprendió que supiera mi nombre, tampoco que hablara, me sorprendió la voz caricaturezca que tenía, es como si todo lo dijera con la gesticulación de la letra "o" además su hocico amarillo a penas lo abría. Así que le dije: ¡claro! Jamás le negaría comida a un perro y menos si me habla. Entré a mi casa y lo primero que ví sobre la mesa fue un pan muy grande; al momento que se lo entregue le pregunté, ¿Crees que es suficiente? Así que me respondió: más que suficiente, gracias Daisy. 

Al otro día en la ciclovía matinal de domingo conté cinco Rottweilers, a todos los observé y nos encontramos miradas cómplices de haber alimentado a su raza.

martes, 9 de febrero de 2021

8 pisos

 


Pasaba los días en una habitación con un hombre que también usaba una bata verde como la mía y sabía que si continuaba en ese sitio algo muy malo iba a pasar. Descubrí que en la noche contaba con unos minutos para salir de la habitación e intentar escapar. El edificio se dividía en dos y la comunicación con el otro espacio era únicamente por el ascensor, entonces este abría las puertas A y B al tiempo. Cada vez iba investigando más cosas del lugar, por supuesto siempre con miedo de que me atraparan. En la primera ocasión casi me encuentro de frente con dos de los científicos que experimentaban con nosotros, pero logré hacerme detrás de una puerta con una pequeña ventanilla donde pude medianamente observarlos y ver a esos sujetos hombre y mujer con aspecto muy malvado. Entre esas escapadas nocturnas también hallé que el edificio tenía 8 pisos. El primero tenía la única salida y fue el primero en descartar por su nivel de seguridad; el segundo tenía habitaciones con gente maniática; el tercero, el lugar donde hacían los experimentos, también con un nivel de seguridad alto; en el cuarto quedaba mi habitación y otras más; y del quinto para arriba habían lugares oscuros e incluso en ruinas, como comedores, baños, habitaciones vacías, otras cerradas y las escaleras a lugares que aún no alcanzaba a explorar. Con cada puerta que abría sentía mucho miedo e incertidumbre, asimismo abrí la puerta de una mujer que intentó atacarme por lo que me hizo correr desesperadamente y vi cómo atacó a mordiscos a otro sujeto que iba deambulando por ahí, causando una reacción en cadena de contagio y así, ellos empezaron a abrir las puertas de quienes buscaban atacar y en vista de esto, veía más imposible y desesperante mi intento de fugarme. Tuve que ir por las escaleras que no conocía, con miedo a encontrarme de frente algo peor, pero empezaron a seguirme dos sujetos infectados mientras subía rápidamente las escaleras tratando de coincidir con el ascensor para poder pasar a la otra torre. Finalmente lo logré; conseguí ventaja y pasé al otro lado. Ese piso tenía una ventana y solo me quedó saltar. Admito que ese salto fue liberador así fuera para morir, pero el impacto no fue seco, caí en algo que hizo que no recibiera gran golpe, aunque el temor continuó, pues uno de los sujetos alcanzó a herirme un pie.