Micro pesadillas lúcidas

miércoles, 24 de febrero de 2021

Un Rottweiler me habló

Perro Rottweiler
Ph. Zerg Castiblanco


Me devolví a casa porque había olvidado algo, cuando puse la llave en la puerta alguien me dijo: ¡Daisy! Y en el momento que di la vuelta no había nadie, solo un perro mirándome, entonces me dijo: hola, ¿me podrías dar algo de comer?. No me sorprendió que supiera mi nombre, tampoco que hablara, me sorprendió la voz caricaturezca que tenía, es como si todo lo dijera con la gesticulación de la letra "o" además su hocico amarillo a penas lo abría. Así que le dije: ¡claro! Jamás le negaría comida a un perro y menos si me habla. Entré a mi casa y lo primero que ví sobre la mesa fue un pan muy grande; al momento que se lo entregue le pregunté, ¿Crees que es suficiente? Así que me respondió: más que suficiente, gracias Daisy. 

Al otro día en la ciclovía matinal de domingo conté cinco Rottweilers, a todos los observé y nos encontramos miradas cómplices de haber alimentado a su raza.

martes, 9 de febrero de 2021

8 pisos

 


Pasaba los días en una habitación con un hombre que también usaba una bata verde como la mía y sabía que si continuaba en ese sitio algo muy malo iba a pasar. Descubrí que en la noche contaba con unos minutos para salir de la habitación e intentar escapar. El edificio se dividía en dos y la comunicación con el otro espacio era únicamente por el ascensor, entonces este abría las puertas A y B al tiempo. Cada vez iba investigando más cosas del lugar, por supuesto siempre con miedo de que me atraparan. En la primera ocasión casi me encuentro de frente con dos de los científicos que experimentaban con nosotros, pero logré hacerme detrás de una puerta con una pequeña ventanilla donde pude medianamente observarlos y ver a esos sujetos hombre y mujer con aspecto muy malvado. Entre esas escapadas nocturnas también hallé que el edificio tenía 8 pisos. El primero tenía la única salida y fue el primero en descartar por su nivel de seguridad; el segundo tenía habitaciones con gente maniática; el tercero, el lugar donde hacían los experimentos, también con un nivel de seguridad alto; en el cuarto quedaba mi habitación y otras más; y del quinto para arriba habían lugares oscuros e incluso en ruinas, como comedores, baños, habitaciones vacías, otras cerradas y las escaleras a lugares que aún no alcanzaba a explorar. Con cada puerta que abría sentía mucho miedo e incertidumbre, asimismo abrí la puerta de una mujer que intentó atacarme por lo que me hizo correr desesperadamente y vi cómo atacó a mordiscos a otro sujeto que iba deambulando por ahí, causando una reacción en cadena de contagio y así, ellos empezaron a abrir las puertas de quienes buscaban atacar y en vista de esto, veía más imposible y desesperante mi intento de fugarme. Tuve que ir por las escaleras que no conocía, con miedo a encontrarme de frente algo peor, pero empezaron a seguirme dos sujetos infectados mientras subía rápidamente las escaleras tratando de coincidir con el ascensor para poder pasar a la otra torre. Finalmente lo logré; conseguí ventaja y pasé al otro lado. Ese piso tenía una ventana y solo me quedó saltar. Admito que ese salto fue liberador así fuera para morir, pero el impacto no fue seco, caí en algo que hizo que no recibiera gran golpe, aunque el temor continuó, pues uno de los sujetos alcanzó a herirme un pie.