lunes, 25 de septiembre de 2017
Brazos de cadenas
Me quedé dormida con los brazos cruzados en un sillón tan cómodo que sentía que me abrazaba, podía escuchar el sonido de una mala película de terror en el televisor y una conversación de dos personas que se encontraban conmigo en esa sala, pero mis brazos empezaron a asemejarse a cadenas en un sillón que les ayudaba a sujetarme, sin poder hablar ni moverme, a penas lograba abrir un poco los ojos, en un plano como de una línea de formas, con sonidos aterradores de la televisión, entonces pasó por frente mío una mujer vestida de rojo, intenté conservar la calma, hasta que por fin pude abrir los ojos y la única mujer que había en la sala, no estaba de rojo.
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