Micro pesadillas lúcidas

martes, 11 de diciembre de 2018

En ninguna parte


En un bus que se venía balanceando gracias a la forma irregular de la carretera, por la ventana visualicé una vereda. En la silla delantera venía mi amiga Stefanía como siempre sonriente. En el momento que miré hacía atrás, me di cuenta que el ocupante de la silla trasera era Antonio.
-¿Qué haces aquí? -Le dije con gran sorpresa al verlo.
-No, ¿tú qué haces aquí en México? -Dijo con un gesto a punto de reír.
-¿México? Esto es Brasil.
-Por supuesto que es Brasil. Mira la estatua -Stefanía respondió señalando por la ventana a Cristo Redentor. En ese momento todo el paisaje había cambiado confirmando lo que decía mi compañera de viaje. De pronto, un anciano con barba blanca y larga llamó nuestra atención porque reía con una gran carcajada dejando ver sus pocos dientes.
-¿México? ¿Brasil? Ninguno de los dos.
En ese momento el vehículo rodó por un gran abismo. 

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