Después de unas cuantas cervezas, recibí por parte del mesero una vaso de coca-cola, a pesar de no ser fanática de la gaseosa, le pedí otro vaso, cuando fui a pagar la cuenta le pedí que incluyera un vaso más, tal era mi sed que cuando desperté a las 3am lo primero que hice fue abrir la nevera viendo el paraíso en un vaso de jugo de piña, mientras lo bebía me pregunté: ¿Existirá la publicidad en los sueños?
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