lunes, 27 de noviembre de 2017
Montañas cadavéricas
En mi rumbo encontré cuatro montañas. Su altura no fue lo que me llamó la atención, tal vez fueron sus formas. Me tomé un tiempo para observarlas porque era inusual, tal vez hermoso; eran rostros humanos pero en la muerte, cada montaña tenía cabeza ¡Sí! Cadavérica, me sostuve de un escombro para poder entender, entonces una de ellas carcajeó, tanto que su saliva con forma de bloque de nieve casi me golpea. Tuve que agilizar mi marcha pese a que tenía la intención de llevar mi mirada de nuevo a ellas y me hallé con dos sujetos, ellos sin mencionar una palabra, tomaron otro sentido diferente al que dejaba a mi paso. Sentí que ese era el camino, así que decidí seguirlos, sus prendas extremadamente sucias parecían muy abrigadas. El recorrido no fue fácil, aunque siempre he pensado que tengo habilidades de mono. Al llegar al albergue que ellos buscaban, descubrí que los sujetos eran mujeres con deseo de lavar sus pies, así que se me antojó un baño de agua caliente. Cada habitación parecía una construcción nómada y cuando cuando entré al baño, la cantidad de objetos me pidieron que los curioseara con detenimiento. El lavamanos era grande al estilo clásico, alrededor tenía implementos de baño típicos de una familia compuesta por hombres y mujeres. Detrás de el, dos estanterías que formaban una esquina, organizaron un montón de antigüedades, como VHS's, elementos de cobre, cosas empolvadas, además graciosamente, una lámpara con esferas del dragón iluminadas. Sin embargo, un relámpago activó de nuevo mi vigilancia, era un radio-televisor que intentó prender su pantalla sin conseguirlo. Procuró algunos intentos con imágenes pobres, mientras tanto yo abría mis ojos a la realidad.
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